Desde nuestra oscuridad nace el cambio. ¿Cuántas veces nos hemos sentido estancados? ¿Cada tanto tiempo repiensas lo que ya pasó? En nuestra oscuridad yacen las posibilidades infinitas, un comentario o algún evento fortuito pueden abrir una pequeña ventanita que dejan que esa oscuridad sea evidente y que debemos trabajar en ella. No es hasta que somos capaces de verla directamente que podemos ahondar en nuestras posibilidades.

¿Cuántas veces hemos pedido un cambio en nuestras vidas? Todo lo que trabajamos, los retos que pasamos para obtener eso que tanto anhelamos… Desvíos, montañas que hacen que el Everest luzca pequeño, en fin, ¡Cuánto lo pedimos!
Pero, qué extraña esa avalancha de emociones que sentimos al haber obtenido ese cambio. La mayoría de las veces tenemos una idea en nuestra mente de cómo nos sentiremos al vivir ese cambio, pero al experimentarlo a plenitud las cosas normalmente son muy distintas de lo que nos habíamos imaginado.
Los cambios, aunque los hayamos trabajado, llegan para darnos un giro de 180 grados en todos los ámbitos de nuestra existencia. Hacen que una parte de nosotros muera, para dar paso a una que aunque sabíamos que venía es completamente desconocida. Para nosotras las mujeres un cambio de esta magnitud puede ser la ruptura de la pareja, la llegada de la maternidad… Para los hombres puede ser la pérdida de un trabajo, comprometerse en una relación de pareja, asumir responsablemente la paternidad…
Un cambio es pura energía detonante, pero lo curioso y lo que quiero compartir contigo hoy, es esa sensación de rapidez y lentitud que experimentamos al atravesarlo. Al principio, nos sentimos desajustados, e incluso un poco mal; puede que nuestra mente juegue en contra llenándonos de preguntas y afirmaciones como: ¿Por qué estoy viviendo esto?, ¡Esto no era lo que imaginé!, ¿Para qué pedí esto, ¡todo es un desastre!? Viejos patrones mentales resistiéndose a morir, queriéndonos llevar a la zona de confort.

Una vez que caemos en cuenta de que ESO que estás viviendo es lo que TANTO querías y somos capaces de salir de nuestra mente y respirar, es cuando comienza la magia. Hay días en los que seguimos sintiéndonos desajustados, emociones que evitamos están a flor de piel pero, a medida que va pasando el tiempo y vamos ajustándonos con las oleadas del cambio comenzamos a disfrutar. Ya no estamos en ese loop en el que todo pasa lento, sino que más bien estamos experimentando el gozo que trae eso que tanto anhelábamos.
¿Te ha pasado? ¿Te has visto sumergido en estas sensaciones?
El poder de disfrutar el proceso es una elección, hoy te invito a hacerla… A todos nos llega eso que tanto anhelamos, pero, la diferencia está en cómo nos preparamos para ello y cómo lo asumimos cuando ese cambio está ante nuestra puerta.
Todo aquello que estás atravesando es único e irrepetible para ti, a pesar de los retos disfrútalo pues en algún momento pediste al universo por él. Siéntelo, siéntelo todo y atraviésalo, te darás cuenta de que en esta experiencia humana todo es “rápido y lento a la misma vez”.
Recibe todo mi cariño; Claudia.

Ya está disponible para la venta el libro sobre El método COR: Una terapia de evolución y cambio. 30 años de servicio y trabajo consagrados en palabras. Si estás en Caracas, puedes conseguirlo en:
· Librería El Buscón – Paseo Las Mercedes.
· Librería Kalathos – Los Galpones.
· AraYoga – La Castellana.
Y si estás en otro país puedes conseguirlo en Apple Books y Amazon.